Jornadas Culturales de Verano Netemachilispan
Xoxocotla 2016

Amoxilhuitl In Tonanyoltlahtol

viernes, 3 de noviembre de 2017

DE LA CAUSA DE LA RECONSTRUCCIÓN

DE LA CAUSA DE LA RECONSTRUCCIÓN.


"Y entonces en esa reunión los dioses llegaron a la conclusión de que debían hacer el mundo. Todos se comprometieron a dar algo para hacer el mundo. En esa ocasión la tierra se comprometió a darle de comer al hombre toda su vida. Y el hombre se comprometió a darle de comer con su muerte, por eso ponemos ofrenda con lo que cosechamos. Por eso sembramos el cuerpo de la gente que muere. Para cumplir con esa palabra . . . " Fragmento Leyenda de la formación del mundo. 
Narrada por el señor Chamalio de Xoxocotla en 1993.


Atendiendo a que en Xoxocotla, comunidad integrante del pueblo nahuatl ubicada al norte del municipio de Puente de Ixtla, Morelos la casa más que un inmueble, es un espacio que bajo una lógica comunitaria basada en la tradición cultural indígena, como bien lo expresa el fragmento citado, es una instancia de formación donde los pactos más íntimos y necesarios para mantener la vida se ejercen, se enseñan, se preservan, se fortalecen. Por ese motivo la casa tiene una razón de ser basada en la forma de ser y hacer la vida cotidiana y lo extraordinario. La casa donde se guardan los recuerdos. La casa que en sí misma es un recuerdo de esfuerzos, luchas, carencias e ilusiones. Donde se enseña a tener el corazón humano, el antiguo compromiso de vivir en colectivo con todo lo que eso implica: organización, tolerancia, inclusión, honestidad, valor, responsabilidad. En sus muros se cuelga el árbol genealógico, las huellas de los pasos de la familia materializados en recuerdos de excursiones, fotografías en cuadros, adornos, sombreros entre otras cosas. Es donde hay un vínculo con la divinidad en lo más íntimo del Altar. Se habla con los familiares que ya no están con nosotros, se comparten las cosechas a la muerte, a nuestros difuntos y no hay exclusión pues la vida y la muerte van de la mano. La cocina con el "Clecuil" o la estufa de gas que siempre están unidas al comedor, o son el comedor mismo. El mejor espacio de acercamiento donde se comparte la comida, se integra la familia, se colabora. Por tradición se enseña a servir a los demás. La casa que también lo son el patio, el huerto, el corral (Cuando los hay), los gallineros y las bodegas son esenciales para la construcción de la comunidad en la cual las mujeres tienen un papel primordial. 

“Los huertos o patios son espacios de gestión y trabajo primordialmente femeninos, con ayudas puntuales de los hombres, jóvenes y niños (…) la función principal es aportar recursos complementarios a la base de seguridad alimentaria de la unidad familiar, que a pesar de sus pérdidas, se sigue sosteniendo” (Guzmán, 2009)


Además se siembran los ombligos, se vela al familiar difunto, se asolea la cosecha, se vuelve espacio de la fiesta, de los arreglos de boda, de reuniones con la familia nuclear o la familia extendida. Se recuerda el pacto de que cada miembro debe aportar algo para hacer el mundo, ese mundo que se crea en la casa, que se replica en el barrio y crece en la comunidad entera. 

Sin embargo, también se guardan las camionetas, las moto taxis o los comales de la señora que vende tortillas o gorditas. Sí porque los efectos avasallantes de la modernidad concebida por una lógica capitalista e impuesta por una cultura hegemónica, han obligado a los cambios mediante lo intenso de los procesos educativos en la escuela, los medios de información, las religiones, las políticas públicas y programas sociales. Sin embargo, también hay respuestas de gran resiliencia alimentada por los repertorios culturales con los que se construyen caminos para seguir resignificando la identidad cultural, el apego al territorio, la continuidad histórica. 

Por lo descrito anteriormente, no entendemos la reconstrucción del inmueble sin la reconstrucción del tejido social y cultural. La causa del presente proyecto es la reconstrucción del territorio cultural. La crisis que nos dejó el sismo del pasado 19 de septiembre, no solo significa para nosotros destrucción, muerte y desastre. También se constituye en la oportunidad de reflexión, de análisis, de aprendizaje con el objetivo de incidir en el cambio de paradigmas. De hacer visible la gran necesidad y vigencia de nuestra lógica comunitaria que empodera a la gente y la hace proactiva. La hace sujeto de derecho en la construcción de la comunidad. La dignifica a pesar de la desgracia.

A MANERA DE ANTECEDENTE


Una vez acontecido el sismo de 7.1 grados el pasado 19 de septiembre, los integrantes del Centro Cultural Yankuik Kuikamatilistli a pesar de haber sido afectados, decidimos salir a hacer un registro fotográfico de los daños en la comunidad. En la zona sur nos quedamos sin energía eléctrica y sin telefonía, lo que no nos permitió saber de la magnitud de las consecuencias en la región. Por los comentarios de quienes regresaban de Jojutla, Zacatepec y Tlaquiltenango supimos que hubieron daños severos en esos lugares. Así decidimos convocarnos a acopiar víveres y medicinas para apoyar a los lugares mencionados. Xoxogulan A.C., el Colectivo Lxs Nadie, el proyecto de Tsilinkalli y el Centro Cultural decidimos establecer un Centro de Acopio e invitamos a nuestros alumnos de los diversos cursos regulares a colaborar como voluntarios. Ante la convocatoria llegaron estudiantes de pedagogía, arquitectura, puericultura, enfermería entre otros jóvenes de la comunidad y formamos cuadrillas para hacer un censo y evaluar el daño sufrido en la comunidad. Así llegamos a censar 145 casos en los primero días y tuvimos mejor panorama de las afectaciones. Una vez restablecida la telefonía y la energía eléctrica, pudimos comunicarnos con los diversos centros culturales y promotores culturales comunitarios, así se tejió una red de apoyo e información que nos permitió canalizar de manera puntual y específica los donativos a la personas afectadas.

Establecimos una serie de principios que le dieran sentido ético a nuestro trabajo voluntario en el centro de acopio bajo la lógica comunitaria que emana de nuestra tradición cultural. Una vez establecidos los principios, elaboramos un protocolo de atención a los afectados y a los donantes que vigilamos de manera colectiva entre los colectivos y voluntarios que mantuvimos en funcionamiento el centro de acopio.

Bajo estos principios atendimos a los grupos de brigadistas, universidades, organizaciones, sindicatos y a quienes de manera individual llegaban a donar de cerca de 14 estados de la república. Les explicábamos como decidimos trabajar para garantizar que los apoyos fueran entregados a las personas que realmente lo necesitaran. Esto nos permitió atender con un poco más de mil despensas, medicamentos, ropa, herramientas, equipos de curación a 20 comunidades de 11 municipios del estado y a dos comunidades del vecino estado de Puebla. Esto además de atender a las familias censadas por nuestros equipos de voluntarios que llevaban despensas, ropa, medicamentos, materiales para la construcción de albergues o techos temporales en un primer momento. Después fueron las visitas de brigadas de ingenieros y arquitectos que nos ayudaron a evaluar los daños de las casas afectadas.

Dividimos la etapa de atención de la emergencia y una vez atendida la urgente, se decidió dar por terminadas las actividades de centro de acopio, para iniciar los preparativos del proyecto de reconstrucción con el que pretendemos atender a 145 familias mediante sesiones de capacitación, información, reflexión, análisis en formatos de talleres, conversatorios, asambleas y faenas comunitarias con el pretexto de que 25 casas requieren reconstrucción total y 120 que requieren atención diversa que va desde el fortalecimiento de estructuras, reparaciones de lozas hasta reparaciones menores. 

DE LA FORMA DE TRABAJAR.


Se han establecido días de asambleas informativas con los colectivos y los afectados para dar cuenta de los avances y obstáculos que se presentan en el proceso de reconstrucción. Así se buscan soluciones de manera participativa y se establecieron los principios éticos de nuestra lógica comunitaria bajo los cuales se regirá el proyecto de reconstrucción ponderando el bien común y la participación amplia.

Se propuso a la asamblea un modelo de casa elaborado por los estudiantes de arquitectura que participaron como voluntarios para su consideración. Ese modelo está enriqueciéndose con los afectados, los estudiantes del Instituto de Energías Renovables de la UNAM y de la Facultad de Arquitectura de la UAEM que se han sumado a este proyecto.

Se establecieron alianzas con organizaciones no gubernamentales y fundaciones para obtener donativos en especie de materiales convencionales y de métodos o técnicas de construcción con materiales de la región.

Se nombró un Comité de Vigilancia integrado por representantes de los Colectivos, los voluntarios, los afectados y las organizaciones externas que apoyan la campaña de donaciones.

Las asambleas se convirtieron en sesiones de reflexión sobre los saberes tradicionales al respecto de la casa, su utilidad, su función social y las formas de construcción. A la par se han propuesto sesiones de taller para trabajar con adolescentes y niños que participaron como voluntarios en el centro de acopio. Dichos talleres se llevan a cabo con estudiantes de la Facultad de Estudios Sociales de la UAEM.

Se estableció la importancia de la corresponsabilidad que existe en la construcción de comunidad entre los donantes y los beneficiarios afectados del sismo. Misma que puede representar una satisfacción compartida como resultado de la solidaridad, la honestidad, la sinceridad de unos y de otros la expresión del compromiso de vivir en colectivo según nuestra tradición cultural y de ambas partes un proceso de reconstrucción humano y con dignidad.

Esto deja como resultado un proceso en el cual la construcción y reparación de los inmuebles será el pretexto para la reunión, el trabajo colectivo y las sesiones de reflexión, talleres de capacitación y de convivencia.

Cada familia participará con la mano de obra, los donantes con el material, los voluntarios especializados con asesoría técnica y con herramientas lúdicas para el intercambio de saberes, opiniones y conclusiones que lleven a la creación de nuevos significados que impacten a la comunidad que se reúna alrededor de cada sesión de trabajo.

Agradecimientos especiales a Fundación Comunidad A.C., CISCO Systems de México S. de R.L. de C.V., Alianza Latina USA Washington DC, Instituto de Energías Renovables de la UNAM, Facultad de Estudios Sociales de la UAEM, Universidad La Salle, Fundación Rayuela, Fundación "Ahora es Tiempo de Dar", Pan y Rosas, Sindicato de la ENAH, Fundación Don Bosco, Huaribe S.A. de C.V., Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Cooperativa Omeyolotl, Casa Beraka, IRSI Refrigeración y a toda la gente que de manera individual o en familias llegaron a donar de diferentes estados.

Muchas gracias por la confianza.